Dado que los insectos tienen un ciclo de vida corto, la mejor manera de prevenir una plaga consiste en dificultarles la reproducción:
Retira todos los recipientes que contengan agua tanto en el interior de la casa como en sus alrededores.
Elimina del entorno latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona y bidones cortados.
Los recipientes que no puedan retirarse deben ser vaciados permanentemente para evitar que acumulen agua.
Usa mosquiteras en puertas y ventanas.
Usa repelentes para evitar su asentamiento en el entorno.
Manten los patios y jardines desmalezados y mantén libres de obstrucciones los canalones pluviales.
Elimina el agua de los huecos de árboles, rocas, paredes, pozos, letrinas abandonadas...
Rellena huecos de tapias y paredes donde pueda juntarse agua de lluvia.
Mantén limpia, clorada o vacía la piscina fuera de temporada estival.
Comprueba a conciencia que las plantas que traigas a tu hogar esten libres de insectos.